miércoles, noviembre 11, 2015

Reflexiones de una madre

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Hoy mientras cocinaba, miraba a mi hija de 3 meses que se encontraba en su silla muy cerca de mi. Ella miraba sus manos, su entorno y luego se quedaba inmóvil mirándome y sonriendo, me quede unos segundos mirándola y entendiendo que en su mirada había un amor inigualable, sentí que ella me idolatraba, no recordaba cuando alguien me había mirado con esos ojos, era una sensación tan hermosa y llenadora. 
Comprendí que era lo mas importante para ella, su nexo con el exterior, su tranquilidad, su alimento, su bienestar, su amor. Y nuevamente mi corazón crecía tal y como sucedió con mi primera hija, algo que pensé nunca sucedería. Es verdad que cuando no eres madre aún el mundo a tu alrededor te comenta lo hermoso que será, pero muchas veces se acercan a ti personas que creen que al decir lo agotador que es, desistirás de este camino, no saben que al decidir ser madre, ya no importa lo que pase, las horas menos que dormirás o las fiestas que perderás, por que sabes que habrán experiencias mas llenadoras que harán de tu vida, algo maravilloso.
No digo que las mujeres que no sean madres no vivan experiencias hermosas, cada una tendrá el camino que eligió y por ende será feliz con el.
Y el camino en el cual estoy, ha sido difícil, agotador, abrumador, loco y aveces un poco intimidante, pero es mi camino, el cual al fin y al cabo es hermoso y divino.

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